lunes, 16 de febrero de 2015

¿Cuál es tu verdadera pasión?

En ocasiones nos es difícil descubrir qué es lo que nos apasiona. Desde que somos pequeños, la mayoría decimos infinidad de carreras en las que queremos desarrollarnos, empezamos queriendo ser doctores o bomberos por que salvan vidas; pero la verdadera incógnita que tenemos que resolver es a qué nos vamos a dedicar el resto de nuestra vida. 

Suena un poco fuerte la frase “el resto de nuestra vida”, suena a que nos estamos casando con una profesión o con una carrera y así es; elegir una vocación es una tarea verdaderamente difícil, hoy en día existen tantas carreras que ni siquiera terminamos de indagar a profundidad acerca de una cuando ya tenemos que elegir, a nuestra corta edad (17 o 18 años), qué es lo que queremos para nuestro futuro.

Me hubiera gustado que existiera un “chip” que nos dijera llegada la hora a qué nos teníamos que dedicar, qué era lo que debíamos que estudiar; sin embargo, eso es como estar “destinado” a ser alguien, no tener la libertad de elegir lo que queremos para nuestras vidas; quizá también por eso vivimos en un país en el que se practica la democracia, para ser libres de elegir lo que queremos para nuestro futuro. Podemos ser buenos en algo pero si nos proponemos ser mejores en otras áreas podemos lograrlo; siempre y cuando exista el interés y la motivación para ello, aspecto que demuestra que no necesariamente tenemos que dedicarnos a lo que nos dicen que somos buenos, sino a lo que nos gusta y que sabemos que con esfuerzo seremos los mejores.

De acuerdo con CNNEXPANSIÓN, el 30% de los mexicanos equivoca su carrera y el 65% de los profesionistas en México no labora en el área que estudió; son datos impactantes, ya que podría ser un indicador de que la mayoría no ha encontrado la pasión que debe sentir por lo que hace. Muchas veces entramos a la universidad sin estar 100% seguros de lo que queremos, sin embargo, cuando vamos aterrizando en lo que verdaderamente es nuestra carrera, encontramos la pasión necesaria para seguir adelante, o por el contrario, nos damos cuanta de que estamos en el sitio equivocado.

Tengamos siempre presente que somos los forjadores de nuestro propio destino, que lo que realicemos hoy repercutirá en nuestro futuro. Es cierto que el tiempo es oro, pero nada es una pérdida de tiempo, de cada acción que realizamos tenemos una enseñanza y quizá un cambio de carrera represente dar un “plus” en todos los ámbitos en que nos desarrollamos pero más vale un cambio a tempo que ser esclavos de la vida misma.

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