miércoles, 25 de marzo de 2015

Introducción
El término “economía colaborativa” o “consumo colaborativo” resulta ajeno para gran parte de la población, probablemente porque forma parte de la “nueva era”: la era donde se han reinventado los esquemas de comunicación y tecnología.

Se sabe que la economía colaborativa es un nuevo “modelo económico” que surge como respuesta a las necesidades demandadas por las personas en el mundo; si bien, según los estudiosos del caso, es una respuesta a la fuerte crisis mundial del 2008 y resultado del gran auge del internet. La economía colaborativa se conoce como un nuevo sistema económico en que se comparten e intercambian los bienes y servicios que solían ofrecerse de la manera tradicional, es decir, esta redefinido por las tecnologías de la información y comunicación.

A pesar de que la economía colaborativa se dio a conocer principalmente en 2008, fue en el 2010 cuando un mayor número de personas comenzaron a tener conocimiento de ésta, principalmente por la publicación del libro de la autoría de Roo Rogers y Rachel Botsman.

La divulgación y conocimiento del consumo colaborativo se dio principalmente en los países industrializados, ya que en estos países las tecnologías de la información juegan un papel más importante que en los países en vías de desarrollo. Los ejemplos más claros de la economía colaborativa se encuentran fuera de los límites de nuestro país. La problemática que se plantea es ¿cómo se han visto beneficiados los diferentes sectores de la población con la economía colaborativa? y ¿qué papel ha jugado la economía colaborativa en México?


Basado en lo anterior, la tesis que se defenderá es que el consumo colaborativo es un modelo económico innovador correspondiente a la nueva era digital que debería ponerse en práctica en más regiones de México. 

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